siete pasos para el cultivo de trufas
- Para un perfecto cultivo de trufas comienza preparando una bandeja bien desinfectada con un paño impregnado en alcohol. Para ello lo mejor es utilizar siempre guantes y mascarilla.
- Rompe el precinto de la caja, ábrela y saca el pan de ella, poniéndolo boca abajo y haciendo una ligera presión sobre la base de la caja, guarda la caja y la tapa para más adelante; las vas a necesitar. Deposita el pan en la bandeja desinfectada.
- Con los guantes y mascarilla puestos, desmenuza el pan y ve separando las trufas que vayas encontrando. Deberás desmenuzarlo por completo para no dejarte ninguna.
- Una vez separadas todas, vuelve a meter todo el micelio en la caja (prénsalo un poquito con los guantes desinfectados); solo un pequeño asentamiento y pon la tapa de nuevo. Nuestro cultivo de trufas ya tiene todo lo necesario por nuestra parte para empezar a crecer.
- Deja el pan en un lugar oscuro a una temperatura entre 20°C y 28°C, siendo 23°C la temperatura idónea. Por ejemplo: un armario de ropa, o debajo de una cama. Evita tapar los filtros de la caja porque es un ser vivo y necesita respirar.
- No deberás hacer nada, solo tu y tu paciencia determinarán el peso, tamaño y potencia de las trufas. Teniendo en cuenta el tiempo de incubación así de grandes se harán. Este cultivo de trufas es valido para hasta nueve meses de incubación.
- Una vez hayas cosechado por segunda vez, repite todos los pasos anteriores hasta que el hongo agote el alimento y deje de producir esclerocio (trufas).
Limpieza y conservación de las trufas
- Pasa todas las trufas por el grifo para quitar los residuos de mayor tamaño. A continuación recomendamos introducir las trufas en un bote de conserva de mínimo 500ml, lleno de agua limpia al 50%.
- Agita fuerte y vigorosamente varias veces para desprender la suciedad, vierte todo el contenido y repite este proceso varias veces.
- Si no te convence después de cuatro veces, deberás coger las trufas una a una y cepillarlas con un cepillo de dientes que no utilices y un cubo con agua.
- Una vez limpias y aclaradas con agua, sécalas con un un paño o papel de cocina (siendo este el más adecuado). Recuerda que sólo debes quitar el exceso de agua.
- Para su correcta conservación deberás meterlo en una bolsa zip sacándole todo el aire o bien sellarlo al vacío.
